¡No vayas alli! El chef fue extremadamente grosero cuando expresamos nuestro deseo de cenar en su restaurante, pero la camarera, que era nueva en el trabajo, fue bastante agradable. Sin embargo, después de eso, todo fue cuesta abajo. Tuvimos que esperar una hora para recibir nuestros platos, y cuando finalmente llegaron, no eran de buena calidad. El chef incluso insultó a algunos de los clientes. Al final, tuvimos que conformarnos con pollo poco cocido y papas fritas congeladas con salsa de tomate comprada en la tienda. No hace falta decir que no volveremos!