La playa ofrece una arena aterciopelada e impecable, acompañada de un agua azul impresionante. El salto de acantilado es una actividad emocionante que añade diversión. El snorkel es decente, aunque no excepcional. Llegamos allí a las 9:30 de la mañana y aún no estaba demasiado concurrido. Sin embargo, a las 10 en punto, la playa estaba repleta de gente. Si no fuera por las multitudes, este lugar habría sido un paraíso. No obstante, el ajetreo y el bullicio de la playa resultaron un tanto abrumadores para mi gusto.