Esta playa es verdaderamente excepcional, principalmente debido a su ambiente tranquilo y poco concurrido. La arena y el agua prístinas están impecablemente mantenidas, proporcionando un entorno seguro y agradable para que los niños chapoteen en las pequeñas piscinas. Aunque hay pocos servicios o edificios en las inmediaciones, una cómoda entrada empedrada en el km 74 permite un fácil estacionamiento. Además, los visitantes pueden aprovechar el bar y el comedor, que sirven un delicioso almuerzo y ofrecen instalaciones de baño. En general, esta playa es una joya escondida, perfecta para aquellos que buscan una escapada tranquila y relajante.