Nos topamos con este lugar casi accidentalmente, y estoy muy contento de haberlo hecho. La ubicación es fantástica, justo en la playa. Las habitaciones estaban impecablemente limpias y la propiedad está bien mantenida: no hay signos de óxido, pintura astillada o ninguna evidencia de estar expuesto al aire salado (y sé cuán desafiante puede ser mantener las cosas en buenas condiciones bajo esas circunstancias. ) El propietario es alegre y fluido en cinco idiomas: español, holandés, inglés, italiano y yo también creo alemán. Las habitaciones ofrecen privacidad y al mismo tiempo ofrecen una gran vista, gracias a la arquitectura inteligente. Las sillas bien sombreadas en la arena, con vistas a la playa, son perfectas para sentarse y disfrutar de un libro por la tarde. Estábamos extremadamente satisfechos con nuestra estadía. El único inconveniente es que es un impulso para llegar a cualquier restaurante, pero el lugar tiene una cocina para que también pueda preparar sus propias comidas. La velocidad de Internet es buena, y las instalaciones de ducha/baño son de primera categoría (esos detalles realmente importan).