La isla es absolutamente impresionante, como un verdadero paraíso. La comida que se sirve, aunque básica, es de buena calidad. Todo en la isla se mantiene simple y básico, pero desafortunadamente, nuestra habitación carecía de agua dulce y electricidad. Las camas eran extremadamente incómodas, posiblemente los peores colchones en los que he dormido. Además, no nos sentimos bienvenidos durante nuestra estadía, como si fuéramos solo otro grupo de turistas que gastarían su dinero y nunca regresarían. Este aspecto definitivamente necesita mejoras, considerando lo increíble que es la isla.