Mi familia y yo nos aventuramos a Praia do Vale de Centeanes, una impresionante playa que nos dejó a todos boquiabiertos. Acompañados por nuestro pequeño amigo peludo, Vinnie, nos dirigimos al único restaurante en la playa donde nos sorprendió gratamente la amabilidad del personal. A pesar de haber pedido solo tres bebidas, solo nos cobraron dos ya que la cuarta bebida, una botella de agua para Vinnie, era cortesía de la casa.
Mientras nos acomodábamos en una mesa, saboreando zumo de naranja recién exprimido, disfrutábamos de una vista impresionante del océano. El personal amable nos hizo sentir como en casa, y disfrutamos de nuestro tiempo en la sombra, absorbiendo la atmósfera tranquila. Nos fuimos sintiéndonos contentos y ya planeando nuestra próxima visita.
El restaurante ofrece una variedad de deliciosas comidas, y aquellos interesados también pueden reservar tours en cuevas en barco, partiendo desde la misma playa. Mi esposa había experimentado previamente el tour y lo recomendó encarecidamente. En general, fue una tarde maravillosa en Praia do Vale de Centeanes, y esperamos volver en el futuro.