El camino que lleva a la playa es bastante desafiante de navegar. Es empinado, estrecho y presenta un ligero riesgo para aquellos que no confían en su equilibrio. Para ayudar en la localización de la entrada, he incluido fotos como referencia. Después de desembarcar del pasillo de madera, sigue el delgado sendero hacia abajo.
Sin embargo, una vez que llegues, la playa es un espectáculo para contemplar. Es un paraíso sereno y apartado, rodeado de belleza natural. El único inconveniente es la interrupción ocasional por grupos de kayakers, lo que puede perturbar la atmósfera pacífica.