Mi hijo y yo viajamos a esta playa. La entrada al mar es gradual y suave, con un largo tramo que conduce a aguas más profundas, perfecta para que los niños se adentren hasta el pecho y los adultos se aventuren más después de 10 a 15 metros. Las olas son tranquilas, creando un ambiente sereno para la relajación. Visitamos a finales de agosto de 2021 y lo pasamos fantástico. El mar estaba limpio, cálido y acogedor, lo que lo convertía en un lugar ideal tanto para adultos como para niños que disfrutan de la natación. La laguna fue lo más destacado para nosotros, ofreciendo un ambiente tranquilo y acogedor. La proximidad de la playa al mar, a sólo 20 metros, era muy conveniente. Dimos un paseo tranquilo por la costa durante unos 5 o 6 km hacia Nikolaevka y llegamos a la conclusión de que Laguna tenía la mejor playa con la entrada al mar y la profundidad perfectas. Otras playas en el mapa parecían haberse erosionado con el tiempo, como mencionaron los lugareños. Esto fue sorprendente, ya que había verificado imágenes de satélite en tiempo real mientras planificaba nuestro viaje.
Para opciones gastronómicas, recomiendo encarecidamente un restaurante cerca de Laguna, no Sadko, que parecía demasiado pretencioso y caro. En su lugar, pruebe el restaurante sin nombre más cercano a Laguna, donde la comida es deliciosa, abundante y asequible. El anciano chef asiático estuvo muy atento a nuestros gustos, haciendo que nuestra experiencia gastronómica fuera memorable. También merece la pena probar la cocina tártara de la zona, que ofrece platos sabrosos a precios razonables. El comedor del Laguna, situado a 100-170 metros de las habitaciones, es excelente, especialmente para los niños. Las chuletas al vapor eran particularmente tiernas y sabrosas, hechas con carne de ave y ternera de alta calidad. Los estándares de higiene fueron de primer nivel, con equipos limpios y platos deliciosos que dejaron nuestros estómagos satisfechos.
En las cercanías se pueden encontrar frutas frescas como uvas e higos a precios mucho más bajos que en Ekaterimburgo y saben a sol. También disfrutamos del pescado local seco y ahumado de los pescadores, que nos trajo recuerdos de la infancia de deliciosos sabores. Las noches fueron tranquilas, todo se calmó entre las 23 y las 23.30, creando una sensación de calma y relajación.
Si está buscando una escapada de verano en Crimea para disfrutar del mar y las delicias locales, este es el lugar para estar. Nada, toma el sol y saborea la deliciosa comida: no te decepcionarás. La mayor ventaja es la proximidad al mar, lo que la convierte en una opción perfecta para familias con niños. ¡Lo recomiendo altamente!