En julio de 2018, mis compañeros y yo pasamos un tiempo en un hermoso resort de playa. Los terrenos eran extensos y bien cuidados, con una refrescante piscina para adultos y niños, así como un relajante jacuzzi. El edificio en sí tenía cierta historia, ya que había sido el antiguo Soviet de Diputados. Sin embargo, se necesitaban algunas actualizaciones, especialmente en lo que respecta a los elevadores obsoletos y los muebles de las habitaciones. Las reparaciones cosméticas y los nuevos muebles hubieran mejorado mucho la experiencia en general. Desafortunadamente, el Wi-Fi era débil y solo accesible en el vestíbulo, en los pisos y en el mostrador de recepción, no en las habitaciones.
La comida en el resort era promedio, pero no terrible. Ciertamente había margen de mejora, pero podría haber sido peor. El personal era educado y servicial, aunque el servicio de limpieza dejaba algo que desear. Era evidente que se podría haber prestado más atención a la limpieza de las habitaciones.
Afortunadamente, había un autobús disponible para llevarnos a la cercana playa, que era encantadora. La arena era suave y acogedora, y siempre había suficiente espacio para extenderse y relajarse. A diferencia de otras playas abarrotadas, había suficientes tumbonas disponibles para que las usáramos. En general, quedé satisfecho con nuestra estancia, especialmente por el hermoso mar. Si bien puede que no haya sido rojo, ciertamente fue una vista digna de contemplación.