La playa es una maravilla natural serena e inalterada, con solo la vasta extensión del océano, el cielo sin fin y una aparentemente interminable extensión de arena bordeada por dunas ondulantes, olas rodantes y el horizonte lejano. Es posible pasear por la orilla durante horas sin encontrar a otra alma y perderse en los tranquilos alrededores, completamente desconectado del bullicio de la vida moderna.