Vale la pena del viaje desde la ciudad de Málaga o sus alrededores. Una vez que llegues, no puedes evitar quedar fascinado por las impresionantes vistas, el sol cálido y la arena entre los dedos de los pies. ¡El agua es tan refrescante que no querrás irte! Es enorme y hay muchos lugares para alquilar tumbonas, cabañas e incluso tiendas justo en la playa. Hay muchos restaurantes y bares que ofrecen bebidas, bocadillos y comidas para mantenerte hidratado durante tu visita. Cuando el tiempo es bueno, prueba algunas de las actividades acuáticas que ofrecen como kayak, snorkel y más, todo por un gran precio de solo 10 euros!