El agua en el mar es increíblemente clara. La comida que se sirve aquí es bastante buena. La gerencia y el personal son muy sencillos, relajados y, sin embargo, aún trabajadores. Hay una amplia gama de invitados en términos de edad, con niños y mascotas presentes, pero no se vuelve ruidoso. Las comodidades proporcionadas son satisfactorias, y el wifi gratuito en realidad funciona. Es importante tener en cuenta que este es un establecimiento local de propiedad familiar que atiende principalmente a los lugareños, por lo que es mejor no anticipar inglés con fluidez.