¡Ah, la encantadora cala donde los amigos peludos deambulan libremente! A solo un salto, un paso y un salto desde un cómodo estacionamiento, esta joya de playa es un lugar habitual para nosotros, los vagabundos que viajamos a Cornualles. ¿Por qué, preguntas? Bueno, en primer lugar, es un refugio sereno lejos del bullicio de otras playas. Y no olvidemos el añadido de ser amigable con los perros, perfecto para que nuestros compañeros de cuatro patas se diviertan en la arena y las olas. Un verdadero paraíso para aquellos que buscan algo de paz y tranquilidad con sus amigos peludos.