Los baños están impecables, y hay duchas tanto en el interior como en el exterior para enjuagarse la arena. La playa está repleta de mesas de picnic, para que puedas disfrutar de tus sándwiches sin que la arena se mezcle con tu comida. Las olas son pequeñas, así que los más pequeños pueden chapotear sin preocuparse de ser arrastrados. Es un lugar seguro e higiénico, sin rastro de marihuana o ventanas rotas a la vista. Pero asegúrate de revisar las normas antes de adentrarte en la arena. Si estás usando Google Maps, apunta hacia The Lanai At Mamala Bay en lugar de Hickam Beach, o podrías acabar en la puerta de seguridad del aeropuerto sin posibilidad de entrar. ¡Y si te gusta el windsurf, este es el lugar perfecto para ti!