Este es el peor hotel en el que me he alojado en Grecia. Las instalaciones y las habitaciones son viejas y no coinciden con las fotos. Las habitaciones no están limpias, con mosquitos rotos en todas partes y manchas en las sábanas. Nuestra habitación solo se limpió una vez durante nuestra estadía de 7 noches, y tuve que hablar con el personal para limpiarla. La calidad de la comida es muy baja, con solo comida de conveniencia ofrecida en la cena. Los desayunos son siempre los mismos, con tostadas francesas, huevos revueltos y pasteles de conveniencia. Ni siquiera proporcionan agua durante el desayuno. Hay un problema con el agua del grifo en el hotel, ya que sabe muy salado. Incluso el café tiene un sabor salado. No hay suficiente estacionamiento disponible. La señal Wi-Fi es pobre. El supermercado y los restaurantes más cercanos están a aproximadamente 2 km del hotel. Los únicos aspectos positivos son que el hotel está situado por la playa y tiene su propia área de playa privada. La calidad general es muy baja teniendo en cuenta el alto precio.
Recientemente tuvimos el placer de alojarnos en este encantador apartamento familiar junto a la playa, ¡y fue realmente una experiencia increíble! La ubicación es absolutamente impresionante, con la hermosa playa justo en nuestra puerta. Despertar al sonido relajante de las olas y tener el océano a solo unos pasos de distancia fue pura felicidad. Los propietarios del apartamento son increíblemente amables y atentos. Nos hicieron sentir como parte de su propia familia y fueron más allá para asegurarnos de que nuestra estadía fuera cómoda y agradable. Su cálida hospitalidad y recomendaciones locales agregaron un toque personal a nuestras vacaciones que realmente apreciamos. El apartamento en sí era acogedor, limpio y bien equipado, lo que lo convirtió en un hogar perfecto lejos de casa. Pasamos muchas noches en el balcón, disfrutando de bebidas y presenciando las cautivadoras puestas de sol sobre el océano. Es el lugar ideal para una escapada pacífica, y nos fuimos con recuerdos inolvidables y una profunda gratitud por la hospitalidad de los propietarios. ¡No podemos esperar a volver!