La playa ofrece una belleza impresionante, pero nadar puede resultar un desafío debido a las vigorosas olas y al fondo rocoso que dificulta mantenerse en pie en el agua. Además, los visitantes deben abonar una tarifa de 10k para hacer uso de las hamacas. No obstante, el camino hacia la playa solo requiere 10 minutos de caminata, lo que la hace fácilmente accesible.
El medio óptimo para llegar a esta playa es conectando con un guía de snorkel cercano. Ellos te transportarán en barco a cuatro ubicaciones diferentes, una de las cuales es la serena Bahía Gamat. Sus aguas poseen las olas más transparentes y tranquilas en comparación con la Bahía Manta y la Bahía Crystal. Incluso bancos de peces diminutos nadarán hasta ti. La belleza de esta playa es que no tendrás que esforzarte mucho mientras nadas, ya que la corriente te llevará a lo largo a un ritmo tranquilo. Antes de embarcarte en tu viaje, es recomendable consultar con tu guía turístico para asegurarte de que el clima y las olas sean ideales.
A mi llegada a esta playa a través del barco, me sorprendió el tono singularmente único del mar, diferente a cualquier cosa que hubiera visto en la isla de Bali. Sin embargo, mi asombro inicial se vio ligeramente empañado por las persistentes solicitudes de numerosas personas que ofrecían alquilar motocicletas o coches, lo cual resultó ser una pequeña molestia.
Esta costa se asemeja más a un muelle que a una playa tradicional, sin embargo, aún cuenta con algunos vendedores de comida y un pintoresco puerto que ofrece paseos en ferry a la hermosa Bali. De vez en cuando, los amables lugareños incluso pueden ofrecerse a transportarlo a su alojamiento por una tarifa nominal.