Este lugar de playa, modesto pero acogedor, es verdaderamente una joya. La camarera, una mujer encantadora que siempre recibe a los clientes con una sonrisa cálida y un trato amable, destaca en un mundo donde el servicio al cliente a menudo deja mucho que desear. Y los precios, ¡son sorprendentemente razonables, lo que hace que este lugar sea accesible para todos!
Pasamos todo el día en la playa y almorzamos allí. Desafortunadamente, la comida no estuvo a la altura. Pedimos espaguetis con mejillones y almejas, pero sabía a productos congelados y carecía de sabor. Nuestro segundo plato fue de gambas fritas y anillas de calamar, que también estaban congelados y demasiado salados. La factura no parecía justificada considerando la pobre calidad y cantidad de la comida que recibimos.
La playa Lido frente al mar presume de una gran cantidad de comodidades, como cómodas tumbonas y sombrillas sombreadas, además de un encantador restaurante familiar. La propia playa está meticulosamente cuidada, con servicios de limpieza de primera calidad y refrescantes duchas disponibles para los visitantes.