A nuestra llegada, el dueño fue sumamente hospitalario y se encargó de nosotros, un grupo de 2 adultos y 5 niños. El lugar estaba impecablemente limpio y bien mantenido, y el café era delicioso. Los niños estaban encantados con la piscina y el tobogán, y también tuvimos acceso a la playa y al alquiler de pedales. El costo fue razonable, e incluso el socorrista fue amable y servicial. Recomendamos encarecidamente esta playa.
Este refugio costero presume de tarifas razonables y un ambiente agradable. Sin embargo, es importante señalar que las duchas calientes solo están disponibles por un costo adicional. A pesar de esta pequeña incomodidad, la playa sigue siendo un destino satisfactorio para aquellos visitantes que buscan una escapada relajante.