Este paraíso costero es un tesoro oculto frecuentado por marroquíes afincados en Europa y familias adineradas. Las aguas cristalinas y refrescantes son irresistibles, al igual que la hospitalidad y la acogida de los lugareños. El único inconveniente es la presencia ocasional de medusas y basura en las playas de arena. Recuerda hacer tu parte para preservar la belleza de esta playa y su entorno marino manteniéndola limpia.
Esta playa en Marruecos es sin duda la mejor. Es sumamente limpia y las personas, tanto locales como visitantes, son excepcionalmente corteses y respetuosas. Siempre que quiero ir a la playa, esta es mi elección principal.
Esta idílica playa presume de una cómoda capa de arena, con mínimas rocas para perturbar tu baño. Aunque pueda carecer de asistencia inmediata para aquellos en peligro, ofrece una riqueza de otras comodidades. Sin embargo, se encuentra bastante lejos del centro de la ciudad y, desafortunadamente, las duchas públicas ya no están disponibles debido al vandalismo. A pesar de estas pequeñas desventajas, bien vale la pena una visita si te encuentras en Marruecos. Para una experiencia aún más excepcional, te recomiendo encarecidamente la playa de Dalia, ubicada cerca de Tánger, a solo tres horas en coche. Aquí, puedes disfrutar de nadar al sonido de la música, con amplio apoyo y excelentes servicios disponibles.