Para ser honesto, al principio no me sentí atraído por esta playa. No obstante, una vez que visité Tizdar, me encontré disfrutándola realmente. Desafortunadamente, me decepcionó la piscina, que parecía estar llena de barro y escombros. No estaba claro cuándo se limpiaba, si es que se limpiaba. Afortunadamente, había muchos vestuarios, armarios y duchas disponibles. El agua de las duchas provenía del mar, lo cual fue un toque agradable. El restaurante era más bien una sala de comedor básica sin mucho que ofrecer. Por otro lado, el mar y la playa eran absolutamente hermosos.