Aunque se promociona como un lugar turístico imprescindible, llegar a esta playa requiere un largo trayecto. Lamentablemente, la ruta ya no está señalizada, lo que hace necesario el uso de una aplicación de navegación para encontrarla. El viaje a la playa es arduo. No obstante, la playa en sí es un lugar sereno y pintoresco, completo con vigilantes salvavidas atentos. Después de haberlo experimentado una vez, no es necesario volver.
La playa ofrece vistas impresionantes y se ubica convenientemente cerca de las salientes rocosas para la exploración. No obstante, la zona de baño es bastante reducida, lo cual es típico de la mayoría de las playas en la región. Por otro lado, la playa es bastante extensa e incluso se conecta con la Bahía de Buffels para aquellos que disfrutan de largas caminatas. El único inconveniente es el acceso, ya que requiere un poco de caminata por el acantilado desde el estacionamiento.
Este refugio arenoso en Knysna es una opción superior para las familias con niños pequeños. Los niños pueden jugar en las olas mientras los padres se relajan y disfrutan del sol. Sin embargo, tenga en cuenta que los baños (también conocidos como "porta loos") pueden no estar siempre a la altura. Así que, si te sientes valiente, adelante y aventúrate. Pero si eres un poco aprensivo, puede ser mejor aguantar hasta que regreses a tu hotel.