Esta isla es un lugar maravilloso para deleitarse con el snorkel. El espacio aquí es más amplio en comparación con Khai Nuk, lo que lo hace más atractivo. Sin embargo, es crucial llevar zapatos de agua ya que hay botellas de vidrio rotas dispersas en la playa. Además, las sillas están disponibles por 150 baht y los jet skis por 1500 baht, por lo que es esencial llevar algo de efectivo al ir a estas excursiones.
Este destino de playa fue absolutamente lujoso, con una atmósfera que se sentía atemporal y reminiscente de una época pasada en la que todo se elaboraba a mano. El personal proporcionó un servicio impecable, yendo más allá para garantizar nuestra comodidad y satisfacción. ¡Un agradecimiento especial a Fred, quien nos ayudó a asegurar una mesa para la cena! Aunque puede que no sea la opción más económica, el nivel de cuidado y atención al detalle lo hace valer la pena. Recomendamos encarecidamente cualquiera de las habitaciones con vista al mar, ya que ofrecen impresionantes vistas del paisaje circundante. Además, el kayak es gratuito y el servicio de habitaciones es de primera categoría. El único inconveniente que encontramos fue la dificultad para obtener bebidas alcohólicas debido a la cultura predominantemente musulmana de la isla. En general, recomendamos encarecidamente este destino para una estancia de 1-2 días, ¡asegúrese de planificar adecuadamente para sus libaciones!
Visitamos durante la temporada baja y encontramos que las habitaciones y la ubicación son excelentes. Sin embargo, el personal de recepción parecía un poco molesto al ayudarnos, y el restaurante no cumplía con nuestras expectativas. Para una mejor experiencia gastronómica, recomendamos alquilar una motocicleta/ciclomotor y viajar hacia la ciudad durante unos 15 minutos.
Tomamos el camino de tierra/arena irregular para llegar a la impresionante playa y decidimos caminar la mayor parte del camino para evitar que nuestra moto se atascara. Fue encantador observar a los pequeños cangrejos ermitaños correteando y apreciar el impresionante paisaje. Recomendamos visitar también la aldea de pescadores, donde se pueden disfrutar de hermosas vistas e interactuar con los amables lugareños. Desafortunadamente, nos desanimó la cantidad de basura que había llegado a la playa, resultado del consumo de plástico de los humanos. Es una lástima que parte de la playa esté en venta, pero esperamos que quien la compre cuide la tierra para mantenerla lo más hermosa posible.
Cuando llegamos a la playa, no había una sola alma a la vista. Teníamos toda la playa para nosotros mismos, lo que nos permitió disfrutar completamente de su belleza. Caminar por la costa sin ningún otro individuo fue realmente notable. En general, la playa parecía estar bien mantenida durante nuestra visita.