El costo exorbitante de 200 liras turcas por persona para acceder a la playa nos dejó perplejos. A pesar de nuestra insistencia de que no estábamos interesados en alquilar una tumbona, el precio permaneció inalterable. En última instancia, optamos por buscar otra playa donde solo nos cobraron una tarifa razonable de 50TL.
El color del agua es impresionante, aunque bastante frĂo para nadar durante mucho tiempo. TambiĂ©n hay algunas excelentes opciones de restaurantes cerca.
Esta playa es un lugar ideal para acampar en tienda, ubicado a solo 60-70 metros de la calle. Ofrece un ambiente tranquilo y pacĂfico, lo que lo convierte en el lugar perfecto para relajarse.
Esta playa serena y tranquila ofrece un oasis de paz para aquellos que buscan un respiro del ajetreo y el bullicio de la vida en la ciudad. Aunque la playa no es particularmente ancha, es suficiente ya que no es muy visitada por multitudes. Los residentes locales y los extranjeros que practican kite surf son los visitantes habituales de esta joya escondida. Situada en el lado de Azmak, este lugar apartado es un lugar tranquilo donde las aguas frescas y cálidas convergen, proporcionando un hábitat para una variedad de especies de aves. El mar solo está ligeramente musgoso en algunas áreas, mientras que el resto de la playa cuenta con arena suave y en polvo que se extiende por kilĂłmetros. Nadar requiere un poco de caminata, pero las aguas cristalinas hacen que valga la pena el esfuerzo. Las vistas son simplemente impresionantes, e incluso puedes ver pequeñas rayas nadando en el mar. El agua está quieta y tranquila en las primeras horas de la mañana, pero hacia mediodĂa, el viento comienza a soplar, atrayendo a los practicantes de kite surf a la zona. No hay tumbonas ni sombrillas disponibles, ya que no hay negocios ni edificios cercanos, por lo que los visitantes deben venir preparados. Esta playa es un 10 perfecto para aquellos que aprecian la belleza natural y la tranquilidad.
Hay dos pequeñas playas adyacentes entre sĂ, que carecen de servicios como agua y baños. Nuestra caravana estaba estacionada justo al lado del ocĂ©ano. Si el paisaje es impresionante, es posible que puedas ver salmonetes y peces ronroneantes. Ubicado en medio del bosque, hay un cuidador apostado al borde del camino antes de llegar a la bahĂa. En este lugar se pueden comprar verduras frescas, aunque no hay agua disponible. El mar tiene un impresionante tono turquesa. ¡Un lugar absolutamente magnĂfico!