Hemos encontrado una joya escondida en la Isla Grande, una playa que se ha convertido en una de nuestras favoritas. Sin embargo, llegar a esta playa puede ser bastante desafiante, ya que requiere un vehículo de cuatro ruedas o un tour que te permita quedarte un poco más antes de ascender la empinada montaña. Pero una vez que llegues allí, serás recompensado con impresionantes arenas negras y el refrescante río de agua dulce que se fusiona con el océano. Mantén un ojo en los caballos salvajes que a menudo deambulan por la zona, añadiendo a la belleza natural de este lugar apartado.