Trajimos tres paraguas, tres tumbonas y tres sillas de playa para nuestro día en la playa. Después de disfrutar del desayuno en Lido Conchiglia, compramos algunas cervezas y nos instalamos en una mesa para jugar una partida de burraco. Sin embargo, para nuestra sorpresa, nos dijeron que no podíamos jugar a las cartas en la mesa sin ninguna explicación. Era solo mediodía y las mesas estaban vacías, pero nos hicieron sentir incómodos a pesar de haber pagado 70 euros. Nos fuimos sintiéndonos maltratados y no recomendaríamos Lido Conchiglia a otros.