Esta playa en Ítaca es definitivamente una de las mejores. El gerente es increíblemente amable y extrovertido, lo que crea una atmósfera acogedora. Los precios de las tumbonas, sombrillas, canoas y tablas de paddle surf son razonables. El agua es cristalina y el paisaje es impresionante.
¡Este lugar es absolutamente impresionante! La playa tiene aguas prístinas y claras de cristal y cómodas tumbonas. El personal del bar es increíblemente amable y servicial, especialmente cuando se trata de servir excelentes frappes. Sin lugar a dudas, este es un lugar que debes visitar.
Hace unos años cogimos un barco para llegar a esta playa, pero esta vez decidimos conducir. La playa es bastante remota, por caminos empinados y sinuosos. Es tranquilo, con guijarros y muy limpio. Hay algunas cabras, un gato (esperaba más animales) y una hermosa vista de Ítaca. Los yates suelen visitar esta playa. Lamentablemente, cuando fuimos a finales de junio, la taberna estaba cerrada, lo cual fue un poco decepcionante. En general, vale la pena una visita, especialmente si le gusta conducir y disfrutar de lugares tranquilos.