Esta playa es una auténtica joya, ofreciendo una atmósfera tranquila y prístina que es difícil de encontrar en la zona. La pendiente gradual hacia el mar hace que el baño sea suave e invitador, perfecto para un chapuzón romántico por la noche. Y para aquellos que buscan una aventura más atrevida, la playa nudista al final del tramo añade una capa extra de emoción a la experiencia. Además, el bono añadido de los baños de barro al otro lado de la playa proporciona una oportunidad única para la relajación y el rejuvenecimiento. En general, esta playa es una visita obligada para cualquiera que busque un día pacífico y memorable al sol.