La playa ofrece unos impresionantes alrededores naturales, pero no proporciona ninguna comodidad moderna. Es como retroceder en el tiempo a una era primitiva, donde uno debe valerse por sí mismo sin las comodidades básicas a las que nos hemos acostumbrado. No esperes bares o restaurantes en la playa, y olvídate de alquilar una sombrilla o una silla de playa. La falta de comodidades puede atraer a aquellos que buscan una experiencia más ruda y auténtica, pero para el bañista promedio, es una decepción.