La isla de Cres presume de sus tesoros ocultos, y uno de ellos es la magnífica playa de Mali Bok. Aunque llegar a la playa puede ser todo un desafío, sin duda vale la pena el esfuerzo. Situada debajo del acantilado cerca del pueblo de Orlec, el aparcamiento está situado encima del acantilado y es gratuito. Mientras nos dirigíamos desde el pueblo a la playa, la carretera era estrecha y sinuosa.
Aunque llegar a la playa fue relativamente fácil, el camino de vuelta al coche fue una tarea desalentadora. El camino era empinado y largo, y nos llevó al menos veinte minutos volver al coche. Es recomendable llevar zapatos cómodos y suficiente agua y comida.
La playa en sí era impresionante, con aguas cristalinas y refrescantes para nadar, a pesar de estar un poco frías a finales de agosto. Sin embargo, no había sombra, por lo que es importante protegerse del sol abrasador. Pasamos nuestra tarde en la playa, y la temperatura era justa. Nuestro tiempo allí fue verdaderamente agradable.