Al llegar, Dreams Palm Beach Punta Cana demostró ser una vista impresionante. Los terrenos se mantuvieron meticulosamente, al igual que todos los establecimientos de comidas en la propiedad. El restaurante mexicano agave, en particular, se destacó como excepcional. El café estaba completamente operativo y ofreció una amplia variedad de opciones de alimentos frescos, asegurando la indulgencia sin parar. El complejo contaba con tres piscinas, una de las cuales presentaba una cabaña de nadar y un bar junto a la piscina que servía una variedad de bebidas. Las habitaciones eran espaciosas, aunque podrían beneficiarse de actualizaciones como televisores inteligentes modernos, baños más contemporáneos y muebles. En particular, el personal exhibió una amistad excepcional.