⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Exploré Badestrand Absberg en Brombachsee el verano pasado y fue una auténtica maravilla. El agua era cristalina, lo que me permitió ver a los peces riéndose de mí, la arena era increíblemente suave, haciéndome sentir como si estuviera paseando sobre nubes esponjosas, y el paisaje era tan impresionante que casi me olvido de tomar algunas selfies. Había numerosas actividades para elegir, como nadar, navegar, hacer senderismo o simplemente descansar en la orilla y pretender ser una estrella de mar. El equipo fue extremadamente amable y servicial, se ofreció a acompañarme hasta el agua y las comodidades se mantuvieron impecablemente, lo que facilitó compartirlas con una multitud de otros visitantes. El único inconveniente fueron las grandes multitudes, que me obligaban a navegar entre la multitud para lograr cualquier cosa. ¿Pero no es eso parte de la emoción? Se lo recomendaría encarecidamente a cualquiera que busque una escapada agradable y rejuvenecedora, siempre y cuando esté de acuerdo con un poco de conmoción.