Esta costa arenosa, ubicada a unos 10 kilómetros de Keratea, presume de aguas cristalinas de un azul profundo y un encantador bar de playa. Además, la zona está salpicada de una abundancia de árboles de tamarisco, que proporcionan suficiente sombra para los visitantes. Se recomienda encarecidamente llegar temprano, especialmente los fines de semana, para asegurar un lugar privilegiado en esta pintoresca playa.