Durante la planificación de nuestro viaje a la playa, examiné numerosas reseñas para corresponder el favor. Nuestros requisitos eran sencillos: un trayecto seguro y sin esfuerzo desde Chania, sin necesidad de ferry o senderismo, sin demasiada gente, espacio para aparcar y acceso a comida. Ilingas superó nuestras expectativas en todos los sentidos.
El trayecto fue impresionantemente hermoso, con carreteras bien mantenidas y adorables cabras en el camino. La playa está convenientemente ubicada y hay una pequeña zona de aparcamiento cerca del hotel. A nuestra llegada, nos deleitamos con deliciosa comida y café en el restaurante del hotel antes de dirigirnos a la playa. Alquilamos dos sillas y una sombrilla por 6 euros y luego nos dirigimos al pequeño bar en la cueva donde nos deleitaron con cócteles fantásticos por 8 euros cada uno. El bar también ofrecía opciones vegetarianas y sándwiches. El agua estaba cristalina y tranquila, y pudimos disfrutar de la playa sin las multitudes habituales, incluso en un jueves.
Este día de playa y viaje por carretera fue el punto culminante de nuestro viaje a Grecia. Lo recomiendo encarecidamente a cualquiera que busque una experiencia similar.