Aconsejaría que no visite esta playa, taberna y hotel. Este lugar plantea un riesgo de seguridad ya que los propietarios, que son una familia extremadamente agresiva, crean un ambiente desagradable. En el restaurante, encontrarás una anciana que es la dueña y es conocida por su comportamiento agresivo. Su hijo, que trabaja como camarero, ha sido reportado para prácticas deshonestas, como agregar artículos a la factura que no se ordenaron o alterar los precios en la tarjeta. Desafortunadamente, debido a su naturaleza agresiva, los clientes se ven obligados a pagar estos cargos no autorizados. Detrás de la barra, te encontrarás con el segundo hijo, que también es agresivo y plantea una amenaza potencial. Es evidente que su enfoque principal es solo extraer dinero de los turistas, ya que albergan un fuerte disgusto hacia ellos. Es desalentador ver que tales individuos impactan negativamente en el turismo griego, ya que muchos turistas pueden optar por no regresar a Grecia después de encontrar tales experiencias. En una nota positiva, a poca distancia, hay tres playas administradas por propietarios amables, que ofrecen las mismas hermosas vistas.