¡Qué descubrimiento tan maravilloso! Nuestros amigos nos sugirieron este lugar y no nos decepcionó.
La impresionante finca está ubicada en un lugar sereno y cuenta con una playa impecable. Las sombrillas están posicionadas frente a las aguas azules, creando una vista pintoresca.
Visitamos durante el primer fin de semana de julio y nos emocionó el amplio espacio de estacionamiento disponible, libre de cargo alguno.
El bar sirve un delicioso desayuno completo con croissants frescos, focaccia, jugos y una variedad de frutas frescas. Sin embargo, la pieza de resistencia es el área del restaurante.
Disfrutar de un festín de mariscos mientras se contempla el mar a solo diez metros de distancia es una experiencia que no se puede cuantificar.
El personal y la gerencia fueron increíblemente acogedores y complacientes, dejándonos con el deseo de regresar y recomendar esta joya a otros.