El servicio al cliente en la playa fue decepcionante ya que el personal carecía de amabilidad y bondad. Los precios eran exorbitantes para una familia, lo que lo hacía inaccesible para muchos. La piscina en realidad era el mar, pero estaba protegida de las corrientes. Sin embargo, la playa no era de arena, sino que tenía una superficie de concreto. La calidad del agua era aceptable, pero los fondos rocosos eran una espada de doble filo, ya que atraían a los peces, así como a una gran cantidad de medusas. Por el lado positivo, los baños estaban bien mantenidos y las duchas eran refrescantes, aunque con un bajo flujo de agua. A pesar de nuestros esfuerzos, no tenemos intención de volver a esta playa y no la recomendamos a nadie.