Este establecimiento costero es un lugar decente para una comida de verano, pero no esperes ninguna decoración de moda o toque moderno. El dueño culpa a la temporada de tormentas de 2020 y a la pandemia por la falta de ambiente, pero seamos sinceros, es simplemente anticuado. El menú es prácticamente todo marisco, excepto por la única opción de filete de Hangus, que solo está disponible para comer en el lugar. Las opciones para llevar son limitadas, así que no esperes una gran variedad. Nuestro grupo de cinco personas probó el marisco frito, la parrilla mixta, la bavette allo scoglio y algo de pollo, y nos sorprendió gratamente la calidad y cantidad de nuestras comidas. No es exactamente una aventura culinaria, pero cumple su función. Los precios son promedio, así que al menos no te sentirás estafado. Dale una oportunidad si estás en la zona, pero no esperes quedar impresionado.