Adoré el pintoresco paisaje de la playa, con la excepción de la persistente presencia de vendedores ambulantes. La vista panorámica era verdaderamente impresionante, y me encontré perdido en la belleza del entorno. Sin embargo, la constante interrupción de los vendedores que trataban de vender sus productos restó tranquilidad al ambiente de la playa. A pesar de esta pequeña inconveniencia, todavía recomiendo encarecidamente visitar este impresionante lugar.