Esta playa ofrece una entrada gradual al mar, con algunas áreas más accesibles que otras. Sin embargo, la experiencia general es encantadora ya que el agua tiene una profundidad de solo 60-100 cm a unos 1-2 metros de la orilla, lo que la hace perfecta para que los niños pequeños disfruten. La playa en sí es arenosa con una franja de guijarros, y el fondo es principalmente arenoso. Hay muchas sombrillas y tumbonas disponibles, así como cabañas, baños y refrescos en la playa. El agua es cálida y refrescante, lo que la convierte en un lugar perfecto para refrescarse durante los días calurosos de verano. Refrescos como Sprite y helados Algida están disponibles por 2-3€, mientras que la comida tiene un precio de alrededor de 13€ y el café a 1.20€. La playa es cómoda y popular entre los visitantes italianos, lo que la convierte en un destino ideal para aquellos que buscan sumergirse en la cultura local.