Durante los meses de verano, esta pequeña playa puede llegar a estar bastante concurrida. Lamentablemente, está situada detrás de una pequeña colina y mira en dirección opuesta al sol, lo que hace que sea la primera playa en quedar en sombra al atardecer. No obstante, en las proximidades de esta playa se encuentra un jardín apartado que cuenta con un pequeño bar y tumbonas para aquellos que buscan privacidad y relajación. Aunque puede resultar un poco caro, la tranquilidad y el aislamiento están garantizados. Además, hay un restaurante cercano, por lo que las opciones de comida están fácilmente disponibles. Cabe destacar que esta playa no ofrece comodidades como un bar o alquiler de tumbonas.