Antes de nuestra visita, no habíamos escuchado más que reseñas positivas sobre esta impresionante porción de paraíso. Así que en un soleado domingo, decidimos tomar un descanso de la rutina habitual de la playa bajo nuestra casa y llevar a nuestro hijo de tres años a experimentar algo nuevo. La playa está estratégicamente situada en un pequeño golfo a lo largo de la costa de Scauri, protegida en dos lados por barreras rompeolas que aseguran que no haya corrientes de resaca, convirtiéndola en un espacio increíblemente seguro para los niños. La combinación de su ubicación, cálida hospitalidad y excepcional cocina (que presume de una variedad de platos creativos basados en pescado) es lo que distingue a Lido Tirreno de otras playas. No hace falta decir que definitivamente volveremos.