Tuvimos un pequeño inconveniente para encontrar el camino hacia la playa, pero una vez que llegamos, nos dimos cuenta del precio de acceso que se muestra en mi imagen. Sugiero conducir hasta allí ya que la caminata fue bastante desafiante para mí, especialmente con mis tacones.
La playa en sí es bastante estrecha y rocosa, por lo que no hay mucho espacio para tumbarse sin alquilar una tumbona. El hombre local que las alquila fue muy amable y servicial, y cada artículo cuesta 5eur.
También hay una roca en el costado donde se puede saltar al agua, y una cuerda cercana para subir y saltar de nuevo.
En general, nuestra experiencia fue agradable ya que el agua era cristalina y la ubicación estaba aislada, por lo que no estaba abarrotada.