Durante nuestro viaje de trabajo a Soverato, tuvimos la oportunidad de visitar una playa con arena dorada. Después de un día de filmación en un barco con condiciones ventosas, decidimos tomar un descanso y parar en un restaurante cercano. El personal del restaurante fue muy respetuoso con las medidas anti-covid, e increíblemente amable y amigable con nosotros. No sentimos que estuvieran distantes de nosotros en absoluto. Disfrutamos tanto de nuestra experiencia que decidimos regresar la noche siguiente, y nuestras impresiones positivas fueron confirmadas. La comida era excelente, con porciones generosas, y el vino de la casa era realmente bueno. Definitivamente planeamos visitar esta playa nuevamente en el futuro.