El agua en la playa es visual y sensualmente agradable, con una apariencia limpia y clara. La playa en sí es única en el sentido de que está compuesta por pequeñas piedras grises en lugar de la arena típica. Durante nuestra visita, la playa no estaba demasiado llena, excepto por algunos puntos calientes, y había suficiente espacio para instalarse sin tener que pagar por una sombrilla de playa. Encontramos una excelente opción de comida en una tienda en la calle sobre la playa, que ofrecía una deliciosa pizza margherita por solo 5€. Pudimos bajar a la playa y disfrutarla sin tener que esperar por una mesa o lidiar con las multitudes en un restaurante concurrido. Desafortunadamente, el clima estaba un poco nublado cuando tomamos fotos, pero en general, todavía tuvimos un tiempo muy agradable en la playa.