Tuve el placer de llegar a esta playa en scooter, lo cual fue una experiencia emocionante. Sin embargo, el camino hacia la orilla no estuvo exento de desafíos. El empinado descenso y ascenso a pie (¡no se permiten vehículos!) durante unos 200 metros fue todo un entrenamiento. Alternativamente, puedes llegar en una lancha si te sientes elegante.
Al llegar, no pude evitar notar la oscura arena, lo cual es de esperar, pero se calienta más rápido que una patata caliente, así que asegúrate de usar tus confiables chanclas. El fondo del mar es pedregoso, así que si planeas darte un chapuzón, tenlo en cuenta.
Desafortunadamente, la playa no es completamente libre, ya que solo hay una pequeña sección designada como spiaggia libera. Pero, ¿quién necesita espacio cuando tienes vistas impresionantes y una brisa salada?