El océano es absolutamente cautivador, con agua cristalina que brilla en un arcoíris de impresionantes tonalidades. Aunque hoy hacía un poco de frío, el viento y las corrientes hicieron que el baño fuera vigorizante. Nos alegró descubrir una amplia variedad de peces, incluso en aguas poco profundas. Sin embargo, el costo de las sombrillas y las tumbonas dejó algo que desear, a 6 euros cada una parecía un poco elevado tener que alquilar ambas. Habría sido más equitativo tener la opción de alquilar solo una sombrilla. En cualquier caso, podría ser sabio traer la tuya propia si es posible; puedes comprar una por un razonable precio de 7 euros en el centro de la ciudad de Favignana. El bar principal de la playa, ubicado cerca de los estacionamientos de bicicletas, sirve la más celestial Crema di caffè con pistacho que he probado. A 4 euros por taza, puede que no sea lo más barato, pero vale absolutamente cada centavo.