La playa de Lido es sin duda un espectáculo impresionante, con su impresionante paisaje y vistas pintorescas. No obstante, la gestión de la playa deja mucho que desear, ya que se siente como un cuartel militar con estrictas regulaciones y normas. Los socorristas son vigilantes en sus deberes, escaneando constantemente las aguas en busca de posibles peligros. Desafortunadamente, el personal parece desanimado y poco entusiasta, lo que es evidente desde las primeras horas de la mañana. Ciertamente hay margen de mejora en la gestión general de la playa para hacerla una experiencia más placentera para todos.