¡Ah, la playa pública, donde las multitudes se congregan como gaviotas peleando por una migaja de pan! Las tardes son particularmente agitadas, así que si estás buscando un lugar tranquilo para tomar el sol, quizás quieras considerar una ubicación más apartada. Pero bueno, al menos no te costará ni un centavo acceder a la arena y al mar. Solo prepárate para desembolsar algo de dinero si deseas disfrutar de las comodidades proporcionadas por los distintos vendedores independientes en el lugar. Y hablando de dinero, mantén un ojo atento en tus pertenencias, no sea que caigan presas de las astutas artimañas de los chicos de la playa. Pero en general, la playa es bastante relajada, con una brisa refrescante para aliviarte en esos días de verano abrasadores.