El complejo St. Regis presume de una extensión aislada de costa arenosa, reservada exclusivamente para sus huéspedes. Esta playa privada y prístina es un oasis sereno, protegido del ajetreo y el bullicio del mundo exterior. Solo accesible para aquellos que se hospedan en el complejo, ofrece una sensación de exclusividad y privacidad que es difícil de encontrar en las playas públicas. Por lo tanto, si buscas una escapada tranquila de las multitudes, la playa privada del St. Regis Resort es el lugar perfecto para relajarte y disfrutar del sol.