En comparación con otros destinos turísticos cercanos, la playa en cuestión resulta desagradable y los lugareños son plenamente conscientes de ello. El sistema de alcantarillado no está a la altura y se encuentra demasiado cerca de la costa, lo que resulta en un olor putrefacto que impregna tanto el agua como la playa. Además, la playa suele estar abarrotada de turistas, lo que deja poco espacio para la relajación o el disfrute. La línea costera está plagada de rompeolas, lo que hace difícil encontrar un lugar adecuado para nadar. Para aquellos que buscan una experiencia de playa más agradable, recomendaría encarecidamente caminar unos kilómetros hasta la playa del hotel Europa, donde hay muchas comodidades y menos personas incluso durante los momentos de mayor afluencia. El acceso es fácil y directo, con solo dos barreras que hay que pasar antes de llegar a la costa. Las áreas vigiladas por socorristas son ideales para nadar, y el mar en sí mismo es absolutamente impresionante.